Mercenarios de Lobetania

Tropa Cartaginesa
Cartagena

Fiestas de Cartagineses y Romanos Cartagena

VIAJE A ALBARRACÍN 1998

La idea de hacer el viaje a Albarracín surgió siendo Juan José Sánchez Andreo Presidente de la tropa por primera vez. Los primeros contactos con el Ayuntamiento de Albarracín, con los hoteles y albergues de esa localidad los inició él o mejor dicho, Olga, su mujer. Se consiguieron folletos e información pero por diversos motivos no se pudo realizar el viaje.

A Juan José le sucedió en la presidencia su hermana Lucía y otra vez se puso sobre la mesa la idea del viaje. Solicitamos una entrevista con el Sr. Alcalde de Albarracín y, bueno, nos dio cita para el día 8 de abril de 1994.

Nos pusimos en viaje Lucía, Felipe, José Luis y Mari Carmen, pero, cuando llegó el día de la entrevista, cuál fue nuestra sorpresa que el Sr. Alcalde de Albarracín no estaba por encontrarse de vacaciones en Sevilla.

Fuimos recibidos, y muy bien, por cierto, por el Primer Teniente de Alcalde D. Luis Dónate Barqueros y por el Concejal de Cultura D. Jesús Casas Sanz, que tuvo la amabilidad de enseñarnos el poblado, creo yo que aún sin excavar, del Mirador de la Losilla, paraje bonito donde los haya, las pinturas rupestres de los abrigos de la Sierra de Albarracín y nos contó la historia de la ciudad, porque Albarracín aunque pequeña como población tiene la categoría de ciudad.

Estuvimos allí dos días y, como ya he dicho antes, nos recibieron muy bien, regresamos con mucho ánimo de llevar al resto de la tropa pero tampoco pudo ser.

Volvió Juan José a ser Presidente de la Tropa y ¡casi lo consigue!, pero surgió el problema de alojamiento y de nuevo se suspendió el viaje.

Dos años más tarde se hace cargo de la Tropa Antonio Madrid como Presidente de la misma y uno de sus principales objetivos era la realización del viaje. Nos pusimos manos a la obra. El Sr. Alcalde de Albarracín al que ya conocíamos pues tuvo la gentileza de venir a visitarnos en las Fiestas de Carthagineses y Romanos, nos echó una mano facilitándonos un poco las cosas.

Nos fuimos a la agencia de viajes Nilo-Tour y le pedimos presupuestos, información, etc. Y pusimos por fin fecha al viaje: 26 y 27 de junio de 1998. En principio contábamos con un autobús de 75 plazas, pero, lo que suele pasar: yo no puedo ir, que me viene mal,…Total que nos quedamos en 45 personas (a las que yo personalmente y desde estas líneas quiero dar las gracias por su respuesta al viaje), entre ellos Antonio Duran Valle (General Aníbal) y Paqui Gil Lurquí (Princesa Himilce), José Antonio Juan (Escipión) y su esposa Clara (Emilia Paula). Presidente de Amílcar Barca y Señora, Colonias Fenicias, llergetes de Indíbil y nuestros hermanos los Navegantes de Bomílcar, el Sufeta del Consejo Carthaglnés (Juan José García) y la Presidenta de Federación (Conchi Gil) y claro, los lobetanos.

El viaje se hizo de noche aunque algunos lo “empezamos” por la tarde y digo lo “empezamos” porque nos reunimos a cenar y tomar una copa hasta las dos de la madrugada en que teníamos prevista la salida.

¡Por fin arrancó el autobús! ¡Aún en marcha no me lo creía, después de tanto pelear por ello!

Dormimos, o algo así, en el autobús, llegando a Albarracín a las nueve de la mañana pero antes paramos en Teruel a desayunar y allí fue donde nos “uniformamos” pues nos pusimos todos unas camisetas blancas con el logotipo de las Fiestas de Carthagineses y Romanos de ese año y las gorras rojas de los Mercenarios de Lobetania con lo que parecíamos una convención de repartidores de una pizzería harto conocida.

En el Hotel “Montes Universales”, nos esperaba D. Octavio Collado Villalba, Alcalde de Albarracín, quién, después que nos acomodásemos en el Hotel, nos llevó a ver los abrigos de las pinturas rupestres, la ciudad, la Catedral y el Museo, dejándose a un lado el protocolo que como Alcalde de la Ciudad le correspondía en esa fecha tan señalada para ellos como es la celebración del “Día de la Comunidad de Pueblos de Albarracín”.

Después de enseñarnos la ciudad y de tomar un refresco en su bonita Plaza Mayor, nos invitaron a comer en Orihuela del Tremedal, donde disfrutamos de unas excelentes chuletas a la brasa en plena sierra junto con los vecinos de los distintos pueblos, el Gobernador Civil de Teruel, el Obispo de Teruel y demás autoridades. La verdad es que pasamos un rato estupendo: hicimos juegos, bromas y repartimos revistas, pins e información de las Fiestas entre los asistentes. Después nos fuimos a descansar un rato hasta la hora de la cena.

En esta cena, nos acompañaron: el Sr. Alcalde de Albarracín (Octavio), su mujer (Elisa) y los alcaldes de otros pueblos de la zona y en el transcurso de la misma se presentó la revista de la Tropa “LOBETANIA”. Una vez finalizado el acto nos fuimos a bailar y a tomar unas copas al Casino y a la Plaza Mayor. Sobre las tres de la madrugada nos fuimos a descansar, pues al día siguiente teníamos que estar vestidos y en forma para desfilar y realizar el acto de la compra de los mercenarios lobetanos por el General Aníbal.

Amaneció un día precioso y con un calor de justicia. Después de desayunar y de vestirnos de guerreros nos dirigimos al centro de la ciudad. Una vez allí y todos ya formados y medio organizados hicimos un pasacalle por todo el centro urbano hasta la Plaza Mayor.

La gente nos miraba como el que ve a alguien surgido del pasado, entre asombrados y divertidos.

Pero lo más divertido fue la arenga del General Aníbal. Mi buen amigo Antonio Duran se la había preparado a fondo y aunque en algún momento se quedó un poco “en blanco”, gracias a la ayuda de Paqui, su mujer, le salió bordada.

Tras la arenga, pasamos al Salón de Plenos del Ayuntamiento que, por cierto, se llenó “a tope” de público para realizar allí la parte más seria del viaje: el hermanamiento de los Mercenarios de Lobetania con la Ciudad de Albarracín.

Fue un acto sencillo y bonito. Se intercambiaron pergaminos y regalos. Pero lo más importante para nosotros fue que nos trajimos la bandera de Albarracín que con tanto orgullo llevamos en todos los actos que organiza la Tropa y que junto con la nuestra ondea en el Campamento Festero.

El acto se aprovechó también por la Federación de Tropas y Legiones para hermanarse igualmente con Albarracín, siendo su presidenta Conchi Gil la encargada de llevar a cabo tal acto, e igualmente el Consejo Carthaginés en la persona de su Presidente Juan José García.

Y aquí termino. El viaje de vuelta fue muy bueno y tranquilo pero nos quedamos con cierto sabor a poco.

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