GRAN BATALLA POR LA TOMA DE QUART-HADAST
El día de enfrentamientos comienza con la Batalla deportivo marítima, una original regata entre barcos carthagineses y romanos que se realiza en el puerto deportivo de Cartagena y cuenta con una gran animación. Una oportunidad para que los carthagineses puedan vencer a los romanos, desafiando a la Historia, y que rara vez desaprovechan. Consiste en una competición en las modalidades masculina y femenina, con faluchos de 8 remeros y un patrón, entre componentes de las tropas carthaginesas y de las legiones romanas, y la victoria, como ya es tradición, se celebra con un baño multitudinario.
El Desembarco de la armada romana recrea la llegada de las fuerzas navales romanas al mando del Almirante Cayo Lelio que se sumarán a las legiones que esperan en tierra al mando del general Publio Cornelio Escipión. Completado el desembarco, el general pasará revista a las tropas, dando sus últimas ordenes y arengas antes de ordenar el ataque contra las fuerzas carthaginesas que defienden la ciudad de Qart-Hadast.
La Gran Batalla por la toma de Qart-Hadast es el acto emblemático de las Fiestas que representa los combates entre los ejércitos carthaginés y romano, finalizando con la toma de la ciudad por Publio Cornelio Escipión en el año 209 antes de nuestra era. En este acto participan todas los efectivos militares de las tropas carthaginesas y las legiones romanas y recrea la lucha que mantuvieron estos dos pueblos por poseer una de la joyas más importantes del Mare Nostrum. El fragor del combate, desarrollado según la estrategia del Estado Mayor, hace estremecer al numeroso público congregado para disfrutar de este acto repleto de atracciones: armas pesadas y ligeras, arietes, catapultas, hondas, arcos, saetas, espadas, falcatas y gladius, dagas y puñales, lanzas con diversos tipos de moharras, jabalinas, pilum, hoplones, scutum, jinetes, bigas y estandartes. Un sinfín de material bélico, así como un gran despliegue de vestuario de época para representar en la Cuesta del Batel a la Batalla por la Conquista de Qart-Hadast.
La Gran marcha militar por la toma de la ciudad es una muestra del poderío de las legiones romanas que entran en la ciudad de Qart-Hadast, a la que se designa con el nombre latino de Carthago Nova. Legionarios romanos, senadores, catapultas y carrozas recorren un itinerario por las calles de la ciudad que finaliza en el campamento festero. Aunque la batalla ha sido dura, la recompensa es muy grande ya que Cartagena será romana por muchos siglos.
Tras la rendición del general carthaginés Magón, se escenifica la Victoria de Roma con la liberación de los Rehenes de Carthago, la entrega de las dos Coronas Murales, la cesión del mando de la ciudad a Marco Sempronio y la proclamación de la Ley de Roma. Como caso único en la historia de Roma, el general Escipión entrega dos Coronas Murales, una al legionario Quinto Trebelio y otra al marino Sexto Digicio, por disputarse ambos la gloria de haber sido el primer romano que pisara Qart-Hadast durante su asedio. Este evento histórico tan singular se recuerda con la representación de la Doble Corona Mural en el escudo de Cartagena.
Para finalizar, el gobernador romano proclama ante el pueblo de Carthago Nova el comienzo del nuevo orden legal que regirá los destinos de la ciudad y que representa la base en la que se asientan muchas de nuestras leyes actuales.